miércoles, 5 de noviembre de 2014

Capacitados para el World Tour

IAM Pro Cycling se convertirá en el decimoctavo equipo del World Tour en los próximos días salvo giro radical de los acontecimientos. Biciciclismo confirmaba esta semana que la formación suiza ha cambiado de idea en vista del nuevo mapa ciclista de cara a la próxima temporada. La desaparición de la estructura italiana de Cannondale y la volatilidad del efecto Alonso, la opción preferida por la UCI, ha llevado a IAM a las puertas del WT, cuando hace apenas dos meses la intención era otra.

La web de Cobbles & Hills cuestionaba este pasado martes la idoneidad del cambio de categoría. Es cierto que en varias pruebas del calendario WT a lo largo de esta temporada, su plantilla no ha rendido a gran nivel. Quizá el mejor ejemplo sea la Vuelta a España, donde presentaron un nueve con muchas dudas que además pronto quedó mermado por bajas durante los primeros días de carrera. Aún con todo, los suizos han participado de forma más que honrosa en 17 de las 28 pruebas World Tour del curso (con una plantilla más corta que la de equipos de primer nivel y con un presupuesto también más bajo).

Tal y como apunta el primer artículo de BC, la ventaja fundamental del paso de Profesional a WT se encuentra en el aspecto económico. Ascendiendo de categoría, los suizos no sólo no tendrán que desembolsar dinero por participar en las mejores pruebas del mundo... sino que lo recibirán. Según este mismo artículo, entre 300.000 y 400.000 Euros. Esta inyección no cubre por completo el aumento de capital que exige el salto de categoría, aunque al menos lo amortigua; más en el caso de un IAM que ya contaba con uno de los presupuestos más altos de la segunda división.

Centrándose en valores deportivos, la estructura comandada por Michel Thétaz ha cumplido con dos premisas fundamentales: mantener a sus mejores corredores y reforzar su fondo de armario con piezas de buen nivel en distintos terrenos. Para lo primero, han asegurado la continuidad de Sylvain Chavanel, Matthias Frank, Sebastien Reichenbach, Johann Tschopp y el actual recordman de la hora, Matthias Brandle. Los cinco partirán con la responsabilidad de liderar a los helvéticos en las pruebas de mayor peso. Ninguno cuenta con el cartel de gran estrella (quien más Chavanel) pero todos disponen de la calidad que requiere la nueva categoría.

En cuanto a fichajes, tampoco se percibe un gran nombre que pueda luchar por los triunfos más selectos del calendario mundial, pero sí corredores que mejoran de manera sustancial el nivel medio de la plantilla centroeuropea. Así, ha llegado un velocista que se ha destapado en los meses finales de este año con tres victorias como Jonas Van Genechten. El belga compartirá galones en las llegadas masivas con el italiano Matteo Pelucchi, vencedor en Tirreno de uno de los sprints más espectaculares del curso. También vestirá de IAM un escalador por descubrir como el colombiano Jarlinson Pantano, un ciclista que quiere reivindicarse tras dos años irregulares en Cofidis como Jérome Coppel, dos hombres de la solidez y experiencia de Stef Clement y Dries Devenyns, un belga que prefiere las pruebas por etapas a las Clásicas como Thomas Degand y dos jóvenes promesas como Simon Pellaud y Clément Chevrier.

No cuentan con un velocista de primera línea ni con un corredor capaz de luchar por un podio en una Gran Vuelta por etapas. Es cierto. Sin embargo esta plantilla, que todavía no está cerrada y que podría guardar sorpresas, soportará si es necesario las duras condiciones de un año de World Tour. 

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