Cuando las negociaciones para refundar un proyecto ciclista
vasco se fueron al traste hace unas pocas semanas, todo indicaba que volaba entonces
la mejor opción para que Euskadi mantuviera su representación como colectivo en
el escalón profesional. El propio Jon Odriozola llegó a amagar con abandonar la
búsqueda de un soporte privado que hiciera realidad sus planes. Sin embargo, cuando el sueño se apagaba, se anunció la
llegada de Murias Taldea, proyecto cimentado por la aportación privada de la
constructora Murias y el apoyo de la Arratiako Ziklista Elkartea.
Conocedor del campo amateur tras varios años al frente de la
Fundación Oreki, Odriozola ha armado un bloque fuerte, joven, con corredores de una enorme proyección,
pero capacitado para conseguir victorias desde su primera temporada en el campo
profesional. Dos hombres parecen llamados a liderar el equipo en la mayoría de
frentes: Egoitz García (1987) y Garikoitz Bravo (1989). Por edad y experiencia,
se trata de los dos ciclistas con mayor bagaje en el campo profesional. El de Atxondo ha participado con Cofidis en
las dos últimas ediciones del Tour de Francia y se ha erigido en una de las caras
visibles del ciclismo español en una prueba de la entidad de París-Roubaix. Con
una buena punta de velocidad en grupos reducidos, deberá buscar las victorias
parciales que den visibilidad al trabajo de Murias Taldea.
Por su parte, Gari Bravo aterriza después de una temporada
en Portugal en la que no ha alcanzado el
protagonismo que se le presuponía a inicios del curso. Apenas ha entrado en los
planes de Efapel, quedando fuera de la Vuelta a Portugal y sin sumar días de
competición desde junio. Su pasado en Euskaltel (10º en Pekín, muy activo en
pruebas WT como Tirreno o Romandía) avala su fichaje.
Ellos no son los únicos ciclistas con pasado profesional en
Murias Taldea. Dos ex de la Fundación Euskadi regresan al campo continental
después de sendas temporadas notables en amateur. Tanto Mikel Bizkarra (1989)
como Aritz Bagüés (1989) merecían esta oportunidad abierta para los integrantes
del pelotón vasco. El de Mañaria ha demostrado su enorme capacidad en montaña.
No en vano, la mayoría de rivales le consideran el mejor escalador del campo
amateur nacional en este 2014. No le ha ido a la zaga el guipuzcoano Aritz
Bagüés, compañero y amigo de Bizkarra en Euskadi y ganador este año de la
Vuelta a León, el Trofeo Guerrita y el Euskaldun.
Junto a Bagüés, otros tres corredores del Murias Taldea
proceden del equipo que ha dirigido Jon Odriozola esta temporada; el Gipuzkoa
Oreki. Unai Intziarte (1991) sorprendente vencedor de la Copa de España y ciclista
con buena punta de velocidad, Jon Ander Insausti (1992) a quien se le apuntan
grandes condiciones desde categorías inferiores, cualificado contrarrelojista y
Eneko Lizarralde (1993), uno de los dos sub 23 que todo equipo Continental debe
incorporar a su plantilla, ganador este año en Oñati y Tolosa.
Directamente de la Fundación Euskadi llegan Beñat Txoperena
(1991) y Haritz Orbe (1991), con trayectorias casi opuestas en 2014. Mientras
el navarro ha debutado como profesional con un año más que notable, mención
destacada a su valentía en Castilla y León donde disputó el triunfo de etapa a
Luis León Sánchez, el vizcaíno no ha dado el paso adelante que sugería su
excelente 2013. Ambos ya fueron discípulos de Odriozola en la Fundación Oreki,
por lo que el técnico guipuzcoano conoce a la perfección qué le pueden ofrecer
dos de los corredores llamados a sacar partido de esta oportunidad.
El equipo lo completan el alavés Imanol Estévez (1993),uno
de los mejores y más completos sub 23 del curso 2014 en España -integrante del
combinado nacional que participó en el Campeonato del Mundo de Ponferrada y todavía con opciones de pasar a un equipo de mayor
categoría, como ha reconocido Odriozola en rueda de prensa- y los dos ciclistas
procedentes del Opel Ibaigane, el club que da abrigo a este nuevo Murias
Taldea: Adrián González (1992) y Ander
Barrenetxea (1992).