jueves, 8 de mayo de 2014

Un Giro en la B (I): Los debutantes

Las grandes pruebas por etapas representan en esencia la culminación del desarrollo físico de un deportista que se ha formado desde muy joven para soportar esfuerzos acumulados como los de estas competiciones. En fisiología deportiva, como en la mayoría de ciencias, existen diferentes teorías sobre la idoneidad de contar con ciclistas jóvenes en este tipo de pruebas. Quizá se debería matizar. Más que la edad, lo que influye es el desarrollo individual del deportista, ya que existen casos de profesionales que a los veintidós se encuentran en plenitud de sus condiciones y otros que con veintiséis todavía no han completado su desarrollo.

En España, por ejemplo, la corriente más común trata de no seleccionar a ciclistas jóvenes para una gran ronda por etapas, al menos en sus dos primeros años como profesional. Existen excepciones a la regla pero lo habitual es foguear a estos ciclistas en pruebas de menor distancia e intensidad. Uno de los motivos de este principio radica en el volumen de trabajo generalizado en el campo amateur español, históricamente por debajo de otros países. El ciclista nacional suele ser de evolución tardía, pero segura.

De los doce corredores españoles que tomarán la salida en Belfast, ninguno forma parte de la lista de los veinte más jóvenes de esta edición de la prueba italiana. De hecho, sólo Mikel Landa no ha cumplido todavía los veinticinco.

En cambio, siempre aparecen corredores jóvenes, en muchos casos neoprofesionales, que debutan en cada grande. En el Giro, por ser la primera de la temporada, se suele dar la paradoja de ciclistas que en tres semanas doblan su experiencia acumulada en profesionales. Conviene señalar que la diferencia entre el nivel competitivo del campo Continental, del que proceden la mayoría de debutantes en este Giro, y el amateur transalpino no suele difierir en exceso. 

Sin embargo, si nos ceñimos a aquéllos que se estrenan este 2014 en el pelotón profesional, sólo cinco neos compartirán el honor de participar en este Giro: los italianos Giorgio Cecchinel (Neri Sottoli), Davide Villella (Cannondale) y Nicola Ruffoni (Bardiani), el polaco Pawel Poljanski (Tinkoff) y el colombiano Rodolfo Torres (Colombia).

De Villella a Torres, caminos que llevan al Giro

De los cinco, el de Rodolfo Torres es sin duda un caso particular, ya que se trata de un corredor de 27 años con experiencia en pruebas de la dureza de la Vuelta a Colombia. Debutante este 2014 como profesional UCI, en la práctica se trata de un deportista formado, con una dilatada trayectoria en conjuntos nacionales como Boyacá, GW Shimano o Formesán. Esa experiencia equivale a un bagaje superior al de bastantes corredores más jóvenes.

Sí que encajan en el prototipo de neoprofesional los tres italianos. De todos, sólo Davide Villella conocía desde hace meses que volaría a Irlanda a estrenarse en el Giro de Italia. Un caso especial, el de una figura en ciernes al que se ha cuidado en categorías inferiores y al que se ha comparado con Vincenzo Nibali. Su progresión marcará sus auténticas metas. Villella partirá sin presión, en un Cannondale en el que pocos creen en las opciones de podio reales de Ivan Basso.

Se da la coincidencia de que tanto Villella como Ruffoni proceden del mismo conjunto amateur: el Team Colpack, formación de la que también han dado el salto esta campaña Gianfranco Zilioli (Androni) y Paolo Colonna (Bardiani). Curiosamente este equipo es noticia esta semana por su participación en la Vuelta a Bidasoa, donde consiguieron un espectacular triplete en la primera etapa. Y es que, aunque amateur, su estructura supera por mucho a la de la mayoría de Continentales de su propio país.

Nicola Ruffoni ha sellado su dorsal relevando a Filippo Fortin, el otro velocista de Bardiani. Su rendimiento en este arranque de temporada ha convencido a los Reverberi a dejar en casa a otro sprinter, en teoría más experto, con resultados similares. Por su parte, Luigi Cecchinel ha ocupado el puesto del brasileño Rafael Andriato, a quien los directores de Neri Sottoli decidieron enviar a Azerbaiyán a última hora. Procede del Delio Gallina y cumplirá muy pronto los veinticinco años. Neo, joven pero más experto que sus compañeros.

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